El viento pasa y pasa sin pensar con su impulso entre los árboles que sufren el efecto del tiempo.

Hojas trasformadas en dorado otoñal que han destilado su verdor en el trayecto; apariencias livianas en caída, dejando leer la sorprendente huella y atesoro en su fragilidad belleza, lo advirtamos o no; así danzó, con los latidos de la inspiración, revelando la esencia concebida por el creador, quien enlazo el diseño, ante la mirada pasmada de quien ni lo imagino.

Puedes creerlo; o no, el eco es una voz que observa los pensamientos.

Soy otra hoja en otoñal descenso de este inmenso árbol ancestral llamado, humanidad desfalleciendo, y sin poder disimular la voluntad prolongada en lo eterno que abandona, así describen las palabras que viajan y acarician mis raíces, fiel recuerdo de lo simple que trasciende a la historia, acumulando el ensueño Que fue…

En el lapso de lo perfecto que notas entre perdones y sueños que sobreviven…

 H.R