Perdonar y superar los infortunios de la vida,
sin permitir que estos nos roben paz es
la libertad de la nobleza que perdura en
los corazones sinceros, capaces de amar
No es igual cuando el orgullo y la vanidad
hace nido, ocasionando resentimiento y amargura,
logrando la excusa perfecta para que la frustración
dé como fruto el más agudo complejo.
¡Señor dame sabiduría para aceptar las cosas
que no puedo cambiar sacando lo mejor de mi!
Enséñame a reconocer que mis errores puedo
corregir a tiempo sin creer que siempre tengo la razón.
No permitas que la indiferencia congele mi corazón
y me haga insensible ante el dolor de otro ser humano,
tornando insoportable lo que manifiesto con mis palabras
y conceptos egoístas, pretendiendo demostrar que
lo único importante según mi extraviado criterio
soy yo y nadie más que yo…Amén.
H.R
Comentarios