Con mirada perdida en el vació de tu lejanía
la mente en agonía, sin compañía ni guía,
observo el extremo de tu silencio impreso
dejando escapar mis líneas paso mi revisión;
de los archivos de mil recuerdos.
impregnando el corazón de sentimientos
abrazando un sueño desconocidos,
en incoherente falso, con anhelo de alguna vez
contemplarte,
antes del momento inesperado frió y bien calculado,
cita inaplazable para un evento que tenemos sin falla.
No se mi turno, solo me estoy preparando
claro, a propósito, mi último día llegara
el llamado destino se reserva el instante
sublime, casi febril, que me incluirá en la eternidad.
H.R
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