Un millar de diligentes ángeles preparando una celebración
que la mente humana no alcanza a comprender,
engalanado el cielo con su esplendor y un manto de
colores celestiales
Oro, incienso y mirra le fue dado, al nacer el mundo entero
abrumado un admirable día se quedo corto al celebrar,
La vida un privilegio por él otorgado, insuficiente
humanamente hablando con un regalo comparado
cambio el destino de la humanidad,
Lo sé.
Hacerle feliz en realidad, es como un sueño realizado.
¿Acaso mayor obsequio que su preciosa sangre existe?
H.R
Comentarios