Rompiste el cristal de mi corazón en mil pedazos,
desintegraste mi amor como quien fríamente máquina
dar su última estocada, en lugar de decir adiós,
tu odio me mato y me sepulto;
en afán demencial, sin oportunidad de levantarme
el miedo me acorralo, me abandone en las fuerzas
de mis alas desgastadas abrazando el viento que
las golpeaba con furor,
pude contemplar la invasora desolación,
percibiendo mis sentidos tu aroma
mi vida sin sentido sobrevivió a tu condena
con un amor mucho más fuerte que tu olvido,
atesorando palabras con esperanza
consiente de mi adicción voluntaria
con la mirada sin intención de renunciar
cumpliendo la fantasía de amarte obsesiva
y demente hasta el final…
H,R
Comentarios