Ese momento guardado en un cofre
entre recuerdos olvidados,
breves etapas de la vida
conservan el aliento de ese primer beso.
Como sello sagrado con amor depositado,
el corazón en silencio profundo, casi ausente
pero presente, parece cobrarle al tiempo.
Finalmente con algún derecho razonable,
como si despertara con una sonrisa dibujada,
la ilusión de aquellas memorias allí vivas,
como la primera vez concebidas.
Ya venían a brindarle un poco de pasión a mi vida,
en la que existe exceso de crueldad,
vuelvo a mi realidad
extrañamente con el rostro iluminado,
contemplo mi reflejo en tus ojos
y en los labios tus palabras, diciéndome te amo.
Una chispa de esperanza me invade.
Un amor que me fortalece y me haces feliz…
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