La ilusión no solo es cuestión de soñar,
toma impulso cuando al amor se le ha dado lugar;
se remonta a las alturas, invita a ir más allá
descubriendo en cada paso un panorama
un nuevo amanecer inventando,
desechando los temores
superando sin mirar atrás el día a día.
Toma como un hecho extraordinario
la oportunidad que apenas se puede vislumbrar,
con infinita seguridad reconquista una vez más,
se deleita cumpliendo el anhelo,
se inspira con uno que otro detalle,
crea un compromiso consigo mismo y con quien ama,
piensa en lo maravillosa que es la vida.
En medio de la dificultad su mayor motivación
surge con intensidad,
y sin perder de vista el objetivo
mira de frente el sol sin parpadear.
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