El sol en su ocaso despide el día mientras la noche nos invade
rodeada de penumbras, sumergida en mis propios pensamientos,
observo la multitud que viene y va en el mismo trayecto,
es, el final de la jornada indicando su final,
Le debo el arte de mis líneas al ser divino que me creo.
A quien me lee esta en viajando en los pasillos de mi alma
muchas cosas de mí, pueden no saber, tampoco son necesarias,
mi teoría es escribirlas, especialmente en la madrugada
cuando el sueño de mis ojos escapa pensando en ti,
inspirador me resulta introducir cada trazo, el tiempo
se hace insuficiente, fluyen notas de una mirada que
se quedó presente y cautivó mi razón, con el sonido de su voz
en mi despertar encuentro un vacío extremo qué me sigue inquietando
pregunta lo absurdo, en mis archivos busco mis recuerdos de.
El beso que robe en algún aguinaldo, disculpas que recibí
por extraña equivocación, respeto a la libertad de quien sea
la pregunta incomoda o la llamada imprudente que percibe
la huida de la sinceridad, la serie de sucesos sin mencionar.
Un recorrido entre luz y sombras que guardan secretos y nada mas..
H.R
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