Amigo Fuera de Serie
Estas líneas son dedicadas a un ser extraordinario que hizo parte de mí vida, de quien aprendí a valorarme de una forma que nunca nadie lo había hecho.
Se puede decir sin exagerar, que, al hablar con él, sentía que estaba muy cerca de Dios; sabía escuchar antes que juzgar, no llegue a conocer a nadie igual. Ni siquiera mi familia llego a estar al tanto de mis temores, mis sueños, las cosas que me afectaban y lo que había formado mi carácter frágil y al extremo sensible, el porqué de tantas inseguridades.
Durante más de 15 años fue como un padre al que a pesar de tener no le podía casi ni hablar, un hermano sincero, verdaderamente excepcional, un amigo con un concepto muy claro de la amistad integro y lo más importante, con un amor que sobrepasa el entendimiento para los que llegan a cuestionar la amistad.
Cuando más lo necesite, estaba ahí para mí, con profundo respeto y atención, inspirando confianza, tanto que al no estar de acuerdo de la mejor forma me lo hacía entender. Aun su enojo expresaba respeto no llegue a sentir injusticia de su parte sus razones eran validas.
Bastaba una sola llamada o un mensaje a su celular, conté con él en los malos y buenos momentos, alegrándose en mis triunfos y apoyándome en los desaciertos sus palabras de aliento estaban presentes en mi oscuridad la guía como un ángel.
Difícilmente podemos aprender a vivir sin ellos dejan, un vacío enorme su existencia transitoria cumple un propósito, su inconfundible huella forjo mucho más de lo que se alcanza a imaginar, solo sé que valió la pena y sigue siendo parte de mi historia.
Reconocer su valor no supera la perdida ni existe precio, con que se pueda pagar su devoción y entrega saber que genero mas que cambios impactando mi relación familiar un giro de “180”º, eso me hice pensar que no fue en vano, después de tres años fallecido, con admiración y respeto puedo decir que sus enseñanzas me motivan a continuar recordando que en el trayecto de mi proceso fue extremadamente importante y su recuerdo estará presente por siempre en mi mente y mi corazón…
Gracias sean dadas a Dios por una existencia que dejo huella…
H.R